Un día tranquilo, soleado e incluso con algo de calor, sobre todo por la tarde.
Al llegar a Bratislava fui derecho a un hotel de más de 100 habitaciones que ya tenía localizado por internet y que tenía buen precio, bastante céntrico. Tuve la suerte de que el botones de la puerta principal hablaba español ¡¡!! y me dijo que si no tenía reserva, que nanai de la china. Me indicó varios hoteles cercanos (a la vuelta de la esquina) para que probara suerte, pero efectivamente, todos llenos. Después de dar muchas vueltas por el centro de la capital, me lo pensé mejor. Y viendo que tampoco había mucho que visitar, decidí continuar hasta Viena, que distaba sólo 80 kms de aquella ciudad tan poco acogedora.
En la frontera vi esta información, bastante útil. Lástima que no la tuvieran en la frontera de alemania con la república checa.
Austria: motos: 4,50 por 10 dias - pegatina.
Eslovaquia: motos gratuita.
Eslovenia: motos: 7,50 por 10 dias - pegatina.
Hungría: motos: 5,00 por 4 días - ticket que debe guardarse por si te paran.
Rep. Checa: motos gratuita.
Todavía con la luz del sol llegué a Viena, la ciudad imperial. Y tras dar varias vueltas con la moto por la avenida paralela al río, céntrica, decidí alojarme en el Novotel, algo carillo pero muy céntrico y bien situado para hacer turismo, la moto en el garaje y al lado el metro para moverme hacia lugares más retirados, como el Palacio de Sonnenburg. Tras acomodarme, una buena ducha, varias birras y algo de cena, un paseo nocturno que es de las cosas que más me gustan. Algo sorprendido porque me dí cuenta de que aún recordaba la ciudad desde que la visité un fin de semana en el viaje de fin de estudios del instituto... hace unos 20 años. Las fotos nocturnas a pulso... ya se sabe...
Continué paseando por el centro, los palacios cercanos, ...
Rara es la ciudad donde no ves alguna tontería en mitad de la calle, como un tío pescando con una araña en el anzuelo...
Y paseando, paseando...
Y frente a este palacio, otro idéntico con una bonita fuente en el centro... qué maravilla.... y qué lástima que las fotos no hagan justicia...
Esto es... no sé qué austríaco...
Después el ayuntamiento, enfrente el teatro y en medio un concierto con un marchón impresionante copado de botellón..
Y esta fuente de piedras en color azul... horrorosa...
Y ya cansadito de taaaaanto andar,,, de vuelta al hotel vi esta V-strom negra cuya matrícula decidí publicar... Lo mismo el dueño ve este blog y me envía un mensaje...
Días 11 y 12: Viena.
Decidí visitar de nuevo esta ciudad con tranquilidad,,, total, no se viene a Viena todos los días. Así que sumemos al viaje un par de días. Además, al haber acortado el día de Bratislava, pues ahora dispongo de 1 dia más para esta preciosa ciudad.
Me fui en metro a visitar el impresionante palacio de Sonnenburg,,,Algo de calor y no me gustaban nada esas nubes que se acercaban, cada vez más negras y compactas. Son del tipo que las ves y sabes que va a caer una buena...
Del interior del palacio, mejor venís y lo visitáis. Aquí también estaba prohibido hacer fotos en el interior. Y me pillaron. No pude sacar ni una. Me pregunta el vigilante si tenía el permiso y yo le enseñé el ticket de entrada, jejeje... A lo cual me explicó amablemente en inglés que necesitaba un permiso especial. Cámara guardada y vigilantes en todas las salas.
Del palacio, vuelta en metro al centro, hasta la mismísima puerta de la Catedral. Ahora sí se nota que están de reparaciones..
Santa Teresita del Niño Jesús, o también conocida como Santa Teresa de Lisieaux. Carmelita Descalza, francesa, que murió a los 22 años (o 20, no recuerdo bien). Tan joven y proclamada por la Iglesia Santa y Doctora de la Iglesia por la profundidad de sus escritos.
Y algo que no había visto nunca y me llamó la atención. Las velitas a 0,80 € (normalmente en España están a 0,20) y enfrente en oferta!! a 0,65 !!!!
Y tras ver las típicas tonterías de las zonas turísticas, de nuevo en metro hacia el hotel porque ya no me quedaban fuerzas para seguir andando, después de estar todo el santo dia de pié.
Buena idea esa de separar el vater del lavabo...
Y de mi último día en Viena, destacar sólo una comida que se suponía que era típica del lugar,,,, que resultó ser un pequeño cuenco con 4 hierbajos raros, un par de filetes empanaos, unas papas cocidas y un cuenco lleno de patatas fritas, eso sí, todo bien regado de cerveza bien fria y un buen café con hielo.
Y mi última noche vienesa, como no podía ser de otra manera, en una terraza junto al río, birra tras birra, con una temperatura más que agradable.
Día 13: Viena - Innsbruck.
Dejamos atrás la ciudad imperial de Viena. Me dirijo a Innsbruck, ciudad por la que ya he pasado 4 veces y visitado en 3 ocasiones. Pero me servirá de buen punto de partida para atacar el Stelvio y los Alpes.
Primer problema cuando estoy saliendo de Viena, las nubes. Al pasar junto al palacio de Sonnenburg tengo que parar en una esquina para enfundarme el mono de agua. Tromba de agua... y así todo el día, que llueve, que para, que sigue lloviendo, que deja de llover. Y finalmente llegaré a Innsbruck casi al anochecer con una lluvia intensa que no paró hasta la madrugada. Gasolina a 1,369..
Algunas fotos de la jornada con algunas vistas:
Creo que ese cartel llama la atención para que el personal no haga sus necesidades higiénicas al final de este paseo que da a un mirador...
Día 14: Innsbruck - Livigno.
Puedo decir que a partir de aquí vuelvo a lo que más me gusta del viaje, las montañas, los puertos, subidas, bajadas, paisajes impresionantes, lugares en los que se disfruta ir en moto y por donde las retinas no alcanzan a guardar tanta belleza.
Comienza un día más o menos largo y de forma muy distinta al día anterior: con sol y buena temperatura. Tras el desayuno de rigor y recoger todas las cosas me dispongo a hacer una ruta que se adentra entre las montañas que quedan al norte de la autopista en dirección oeste, siempre buscando el cruce para girar hacia el sur buscando el rey de los reyes, el Stelvio pass.
Una muestra del tirol profundo...
Parada para otro café y wc... algún atasco...
Sorpresa!! a 1,20 €, sepa Dios ahora a qué precio estará (a 3 de febrero de 2011)...
La verdad es que he dado una vuelta impresionante,,, y he hechado toda la mañana y parte de la tarde en hacer lo que por autopista eran unos 100 kms. Pero ha merecido la pena,,, lo que cambia la cosa en cuanto uno sale de la autopista...
Ver mapa más grande
El día comenzaba a empeorar... nublándose... veremos a ver cómo me pilla subiendo la cara norte del Stelvio y la llegada al destino, Livigno...
Y volvemos a la autopista para desviarnos hacia el sur en Landeck, buscando el Stelvio.
Comenzamos la ascensión, suave, poco a poco... y paso por sitios que recuerdo perfectamente del verano pasado... los pueblos perdidos, el recuerdo del que se mató en la curva... y comienza la lluvia!!
Una pena subir el Stelvio con el asfalto mojado... qué digo, mojado... arroyos de agua cruzaban la carretera!!... y para más inri el problema que llevaba en la cadena, con el piñón motriz con los dientes medio desgastados y precisamente al acelerar en 1ª, 2ª la cadena saltaba de piñones... En fin, despacito y con buena letra.
Y llegada al hotel en Livigno, a secar el mono de agua, las botas,... la moto en el garaje, que si tenso un poco la cadena, que si la vuelvo a destensar para que no reventase del tramo donde quedaba más tensa,,, En fin, a descansar que mañana será otro día y habrá que trasladarse hacia los Alpes.
Hotel intermonti.
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